Aventuras y desventuras de Aldeans en busca de la independencia perdida

Capítulo 9

De cuando Ceuta y Melilla eligieron los Países Catalanes

Así que una vez que se despidieron de los Vascos de los 7.000 años y de Suso, que volvía a la dulce Galizia con el firme propósito de no pisar nunca mais las tierras de la España Singular, Aldeans y los 55.999 catalanes restantes decidieron dirigirse a Ceuta y Melilla, animados por un irresistible proselitismo diferencial.

Entonces, al llegar a los puertos de las Dos Ciudades Autónomas, congregaron a sus habitantes y les hablaron largo y tendidos de las superiores ventajas de la independencia sobre la autonomía. Y al hablarles, Aldeans y los 55.999 catalanes restantes se emocionaron, e inevitablemente acabaron hablando sobre ellos mismos. Les enumeraron los bienes que con la independencia les llegarían, de la libertad controlada, de la rotulación obligatoria, del único idioma de los niños, de los toros corriendo y no encerrados en plazas.

Tanta fue la pasión que exhibieron al hablar, que los habitantes de las Dos Ciudades Autónomas les suplicaron que les permitieran unirse en la distancia a la Gran Cataluña. Y ellos, generosos y expansivos como eran, lo concedieron, diciéndoles: Catalán es el que sobrevive y trabaja, o no, en la Gran Cataluña.

Y así les dejaron, felices. Mientras allá a lo lejos, en Marruecos, les envidiaban mucho más que antes.

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